Hace algunos días me preguntaron que cuál era la fantasía que me gustaría hacer realidad… no tenía ninguna, y se fue mi oportunidad, ¡que caray!
Juro que no me volverán a tomar por sorpresa…
“Hoy quiero ser una chica James Bond”.
Cuando empecé a leer para documentarme, me sorprendió lo fácil que sería. El problema fue que mientras más leía acerca de James, más me enamoraba de él, por eso lo utilicé como “el objeto del deseo”.
James Bond es el protagonista de una saga de 12 libros que se han llevado a la pantalla en 25 películas. Es un hombre alto (1.80), de cabello negro, tez blanca, bronceada y hermosos ojos azules, todo él es un cuerpo atlético. Inteligente y audaz, nació bajo el signo zodiacal de escorpión, de ahí su irresistible poder de seducción. Aficionado a las mujeres hermosas, a los buenos vinos y amante de la exquisitez. Con el poder de pertenecer a los más altos círculos sociales; impecable en el vestir, hablar y actuar. Hombre despreocupado, cortés y sofisticado, pero a la vez frío y despiadado.
El agente 007 es comandante del servicio secreto de Inteligencia Británico, con licencia para matar. Vive para resolver misiones ultra secretas de espionaje internacional. Por eso habla varios idiomas, además de que conoce todas las técnicas de guerra. Con un amplio umbral del dolor (¿o será que disimula para no perder la elegancia?), como consecuencia de su alto grado de concentración mental no sangrar cuando lo golpean, o cuando se cae de un edificio, o de un avión (privado, por supuesto) y tampoco termina con la ropa hecha jirones. Amante de las armas y los explosivos, nunca tiene miedo de nada
Obviamente un hombre de esa talla no podrá relacionarse con una mujer estándar; la chica Bond tiene ser el equivalente de él, pero en femenino. El esfuerzo bien vale la pena, si el premio es que tendremos que viajar por el mundo, infiltrados en misiones secretas y viviendo aventuras en países exóticos. Además de gozar de sus favores sexuales, por lo menos una vez mientras dure la misión.
Éste es el perfil que se requiere para ser la compañera de un hombre como James Bond:
Edad: Joven por siempre.
Aptitudes físicas: Cuerpo atlético, atractivo y siempre bronceado, músculos fuertes y definidos (sin llegar a ser grotescos), con gran agilidad y alta resistencia para practicar todos los deportes extremos; entrenamiento profesional para que te hagas pasar por una bailarina clásica de ballet, o un legendario samurái; practicante de yoga y técnicas de meditación.
Perfil psicológico: Inteligente, con un IQ superior a los 160 puntos. Personalidad seductora, coqueta, delicada y astuta; femenina, sexy y distinguida a la vez; elegante y moderna; espiritual, que irradie luz interior y sencillez. Valiente, audaz y segura de sí misma; firme, determinante y con alma de acero.
Formación académica: Graduada en política internacional y asuntos internos; historia universal y contemporánea, arte y cultura; entrenamiento militar para el manejo de armas y explosivos; examen médico de aptitud psicofísica acreditado y licencia para pilotear; experta en robótica y manejo de equipo de alta tecnología. Con conocimientos básicos en medicina.
Diplomados complementarios: - Cocina gourmet, enología, etiqueta y buenos modales.
Lengua extranjera: Cinco idiomas, además del nativo; braille y técnicas para descifrar mensajes en clave.
Ésta es la estrategia a seguir para lograr mi objetivo:
Edad: Sin problema lograré lucir joven por siempre si compro (y me aplico) cremas y tratamientos de rejuvenecimiento. Estoy tomando micro dosis de la hormona del crecimiento para renovar todos mis órganos vitales; por las noches meto los pies en agua fría para desinflamar los tobillos y llevo una dieta anti edad asesorada por una nutrióloga (que es gordita porque tiene problemas de tiroides). Ya agendé cita con el cirujano para esclerosar nuevamente mis várices. Sólo por si se me ofrece, tengo los datos de dos cirujanos plásticos, y de los médicos cubanos.
Aptitudes físicas: Estoy trabajando (jalando) extra en el gimnasio, aumenté el peso y las repeticiones para obtener resultados en menor tiempo, y estoy alternando con otras disciplinas como la natación, el yoga, el tenis y mi favorito el baile, todo para obtener la agilidad requerida (aunque nada ha logrado desparecer mi celulitis). Afortunadamente ya venden los tratamientos de bronceado exprés en el spa, (compraré el programa anual). No cabe duda que fue buena idea hacerme la cirugía lasik, así no tendré que sacar los lentes para leer los mensajes secretos, o el menú cuando James me invite a cenar.
Perfil psicológico: El resultado de mi test IQ es información confidencial.
No tengo ningún problema con la personalidad seductora, coqueta, delicada y sexy. Soy una mujer distinguida y elegante (a menos que un gandaya se quiera pasar de lanza, o que me pongan una cumbia de esas que tanto me gustan). Espiritual sí, ¿sencilla? eso no está en mis genes, te lo cambio por intuitiva y quiromántica. Valiente, audaz y segura de mí, ¡yes!
Firme y determinante es para niñas… yo soy la reina del hielo y también tengo alma de acero.
Formación académica: Ahí es donde la puerca torció el rabo, diría mi padre, porque estoy graduada con honores en la universidad de la vida, pero la política internacional creo que nunca la acredité. La carrera militar podríamos decir que ya la cursé, quienes hemos sobrevivido a una separación o divorcio, nos vimos obligados a aprender tácticas y estrategias de guerra. Tengo licencia tipo A y conducir es algo que disfruto y lo hago bastante bien, desafortunadamente no tengo licencia para matar, por el bien de la humanidad, es mejor así. Soy madre de dos críos, eso me da experiencia de campo como: enfermera, psicóloga y entrenadora. Aún no aprendo a usar todas las aplicaciones de mi BlakBerry, pero cuando lo haga estaré lista para desprogramar robots; después del curso de computación que empecé, seguirá uno de manejo de equipo de alta tecnología, mientras me entreno con el control remoto de mi televisión. El arte y la cultura son pan comido. Sólo es cuestión de perseverar.
La lengua extranjera que domino perfectamente es mi sonrisa… y es universal, lo he comprobado. Después de convivir con dos adolescentes aprendí las técnicas para descifrar claves, ellos también me enseñaron el lenguaje de señas.
Lo mejor de ser una mujer madura es que ya no tengo que preocuparme por cosas como: a quién encargarle los hijos mientras recorro el mundo en busca de aventuras… ¡perdón! quise decir, resolviendo misiones secretas. O qué harás si te llega el periodo en plena misión; tampoco tienes que llamar todas las noches para decir hipocresías como: por supuesto que yo también te extraño “mi amor”, pero así es mi trabajo… y shalalá.
Otra ventaja de “trabajar” con hombres inteligentes y maduros como un James Bond, es que después de cumplir con “el deber”, ninguno de los dos se sentirá culpable al partir a resolver el siguiente caso.
Cierto es que debemos tener sueños, fantasías, ilusiones y grandes aspiraciones, pero la neta es que debemos ser realistas; todo va en proporción a nuestra realidad.
Si no te has entrenado, ¿cómo piensas ganar un maratón?
Qué la fuerza del amor nos acompañen siempre.
domingo, 19 de junio de 2011
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Fue curioso como llegue a tu post.
ResponderEliminarSolo tengo que decir que me hiciste reír mucho.
Buen intento.!